domingo, febrero 4

Lentes Intraoculares Fáquicos:

Cuando el defecto de refracción , miopía, astigmatismo o hipermetropía no puede corregirse con Láser Exímer, es posible la implantación de lentes intraoculares. Estos pueden ser fáquicos, si se respeta el cristalino, y afáquicos, si el cristalino debe ser extraido.


Los lentes intraoculares fáquicos deben su desarrollo a tres grandes oftalmólogos, los drs. Baikof, Worst y Fyodorov. En 1988 los drs Baikof y Yoli presentaron los primeros resultados con el lente ZB, lente de apoyo angular, para la correción de grandes miopías. El modelo original ha sufrido de varias modificaciones para hacerlo más seguro y actualmente permite en sus diferentes variaciones la corrección de miopías hasta 22 dioptrías.


En 1978, el dr Worst desarrolla un implante de apoyo en el iris que tiene la ventaja de una mayor inmovilidad y mejor centramiento, sin alterar o irritar el ángulo iridocorneal. Este lente llamado Artisan® o Verysyse® en su versión norteamericana es actualmente el lente fáquico del que se posee la mayor experiencia, habiendo sido implantado en más de 350000 ojos alrededor del mundo. Permite la corrección de miopías, astigmatismos e hipermetropías.


En 1986 el dr Fyodorov realiza los primeros implantes de lentes fáquicos de cámara posterior, los que a diferencia de los anteriores se implantan por detrás del iris, lo que los hace mucho menos visibles para un observador externo. El material de estos implantes era silicona y actualmente el más utilizado es un gel modificado de polihema. El implante del cual se tiene mayor experiencia es el fabricado por Staar® y que se denomina Implantable Contact Lens o ICL®. Estos implantes permiten la introducción en el ojo a través de incisiones de 3 mms. lo que reduce en forma significativa la inducción de astigmatismo. También permiten una recuperación visual más rápida.



Si bien los lentes fáquicos intraoculares permiten la corrección quirúrgica en casos donde el láser está contraindicado, no están exentos de complicaciones, como el glaucoma, la visión de halos nocturnos, y las infecciones. Por lo anterior es muy importante una discusión acabada con su oftalmólogo de las alternativas quirúrgicas disponibles. También es importante que su oftalmólogo esté debidamente acreditado para la implantación de estos implantes, ya que se requiere de una capacitación diferente para cada uno de ellos.


Las casas que fabrican estos lentes solicitan a los oftalmólogos poseer la acreditación respectiva para proceder a implantar el lente, de tal manera de velar por sus pacientes.




Lagrimeo en los adultos (EPIFORA)




Aunque no nos damos cuenta los ojos necesitan mantenerse en un medio líquido para mantener su transparencia. Para lograr esto secretamos constantemente lágrimas, las cuales aparte de agua contienen sales minerales , proteínas , grasas o lípidos, y azúcares. Las lágrimas son las responsables de nutrir a la córnea, ya que este último tejido no posee vasos sanguineos


La glándula lagrimal y otras pequeñas glándulas localizadas en los párpados son las responsables de mantener al ojo hidratado y confortable. La salida de estas lágrimas se produce por medio de una canal que desemboca en la nariz. Este conducto de salida es conocido como la vía lagrimal. Si la vía lagrimal no funciona adecuadamente el resultado es “lagrimeo”. La EPÏFORA o LAGRIMEO es por lo tanto producto del exceso de lágrimas, este exceso puede ser el resultado de la obstrucción de la vía lagrimal o de una sobreproducción (por una irritación por ejemplo).

Las obstrucciones de la vía lagrimal se pueden presentar desde el nacimiento o pueden adquirirse a lo largo de la vida adulta, generalmente en relación a infecciones, alergias, o al uso de medicamentos. Las obstrucciones se tratan generalmente con cirugía . Para determinar el nivel de la obstrucción es necesario hacer un sondaje de la vía lagrimal, una dacriocistografía , o ambos.


Dependiendo de la localización de la obstrucción el tratamiento varía. Si la obstrucción afecta la vía lagrimal bajo el saco, entonces podría estar indicada una dacriocistorinostomía. La cirugía en este caso puede ser externa, si el abordaje es transcutaneo , o interna si el abordaje es endonasal.


En los adultos, la mayor parte de las veces es posible una cirugía ambulatoria, con anestesia local, sin embargo hay ocasiones en que la anestesia general es lo más aconsejable.