domingo, febrero 4

Lagrimeo en los adultos (EPIFORA)




Aunque no nos damos cuenta los ojos necesitan mantenerse en un medio líquido para mantener su transparencia. Para lograr esto secretamos constantemente lágrimas, las cuales aparte de agua contienen sales minerales , proteínas , grasas o lípidos, y azúcares. Las lágrimas son las responsables de nutrir a la córnea, ya que este último tejido no posee vasos sanguineos


La glándula lagrimal y otras pequeñas glándulas localizadas en los párpados son las responsables de mantener al ojo hidratado y confortable. La salida de estas lágrimas se produce por medio de una canal que desemboca en la nariz. Este conducto de salida es conocido como la vía lagrimal. Si la vía lagrimal no funciona adecuadamente el resultado es “lagrimeo”. La EPÏFORA o LAGRIMEO es por lo tanto producto del exceso de lágrimas, este exceso puede ser el resultado de la obstrucción de la vía lagrimal o de una sobreproducción (por una irritación por ejemplo).

Las obstrucciones de la vía lagrimal se pueden presentar desde el nacimiento o pueden adquirirse a lo largo de la vida adulta, generalmente en relación a infecciones, alergias, o al uso de medicamentos. Las obstrucciones se tratan generalmente con cirugía . Para determinar el nivel de la obstrucción es necesario hacer un sondaje de la vía lagrimal, una dacriocistografía , o ambos.


Dependiendo de la localización de la obstrucción el tratamiento varía. Si la obstrucción afecta la vía lagrimal bajo el saco, entonces podría estar indicada una dacriocistorinostomía. La cirugía en este caso puede ser externa, si el abordaje es transcutaneo , o interna si el abordaje es endonasal.


En los adultos, la mayor parte de las veces es posible una cirugía ambulatoria, con anestesia local, sin embargo hay ocasiones en que la anestesia general es lo más aconsejable.





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